jueves, 5 de enero de 2017

El día que decidí 25 formas de desaprender para seguir aprendiendo

Desaprender para aprender. Desaprender para crear. Desaprender para innovar. Desaprender para ser feliz. Así de fácil. Así de difícil. 

En el artículo de hoy te quiero explicar qué supuso para mí tomar la decisión de desaprender. Una decisión que ha transformado la forma que tengo de entender la educación y, por qué no decirlo, de entender el mundo. Seguramente, de lo que se trataba no era de buscar respuestas, sino de hacerme a mí mismo las mejores preguntas. De ahí que te explique algunos de mis desaprendizajes para que veas cómo se puede aprender desaprendiendo. ¿Aceptas el reto?



Desaprender para aprender y reaprender.

Desaprender no es lo contrario de aprender. Desaprender consiste en ir mucho más allá, consiste en replantearte lo que hasta este momento se ha considerado inmutable. Supone romper muchos esquemas que tienes tan asumidos que ni siquiera te replanteas cuestionar. Es por ello que quiero demostrarte en qué ha consistido, en que está consistiendo mi desaprendizaje.
1. Dar más importancia al proceso que al resultado.
2. No enseñar aquello que el alumno puede aprender por sí sólo.
3. Asumir que el alumno puede aprender tanto fuera como dentro del aula.
4. Asumir que el alumno también puede enseñarme algo.
5. Lo que se aprende en la clase no tiene por qué quedarse en la clase.
6. Los alumnos pueden aprender de ellos mismos y de sus compañeros.
7. Cambiar el Yo hablo y tú te callas por el Y tú, ¿que opinas?
8. Premiar positivamente el error.
9. No enseñar aquello que nunca será de utilidad.
10. Potenciar la reflexión y el espíritu crítico y rebajar la carga memorística.
11. Asumir que el aprendizaje no es local, sino ubicuo.
12. El saber no cabe en un libro de texto.
13. Dar la oportunidad de que el alumno participe en el currículum del área.
14. Los alumnos no deben aprender conceptos, sino destrezas y habilidades.
15. El aprendizaje no termina cuando suena timbre. Empieza precisamente en ese momento.
16. El alumno debe aprender a resolver problemas en lugar de recibir soluciones.
17. Asumir las Nuevas Tecnologías como un medio, no como un fin.
18. Enseñar al alumno que puede aprender cuando no está aprendiendo.
19. Transformar la rigidez en flexibilidad.
20 Transformar la sanción por la negociación.
21. Asumir que el aprendizaje académico pasa por un aprendizaje social.
22. Cambiar los temas por las situaciones.
23. Conectar lo que se enseña con lo que se vive.
24. Asumir que se puede aprender jugando.
25. Unir puentes entre aquello que enseñamos y lo que la sociedad demanda.
En la era del conocimiento ya nos es suficiente con aprender a aprender. Se hace imprescindible desaprender para dar cabida a nuevos procesos mentales, a nuevas destrezas, a nuevos retos. Sólo desaprendiendo serás capaz de ver la forma que tienes de enseñar desde otra perspectiva, una perspectiva alejada de prejuicios y viejos clichés.

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