La sensación de aproximación al éxito no es agradable
o llevadera para todo el mundo. La ansiedad, el temor al qué dirán, la autocritica,
la condescendencia y más son algunos de los sentimientos que rondan a las
personas que temen al éxito, pero ¿por qué debería alguien temerle a algo tan
satisfactorio como el éxito? En esta repuesta influyen factores como la autoestima y la autoimagen
que, si son bajos, más que felicidad ante los logros obtendrás cuestionamientos
en tu mente cada minuto.
Saber identificar
Para identificar
algún tipo de comportamiento es necesario tener conocimiento sobre sus causas y
por supuesto sobre sus síntomas. Si llenar parcial o totalmente estas
características: ¡cuidado! Le huyes al éxito.
1.
Problemas para tomar decisiones: Este momento para ti representa un auténtico
calvario, sientes que ninguna decisión es correcta y temes equivocarte lo que
hace que te envuelvas en un círculo vicioso de retrasos y termines decidiendo
por factores externos.
2.
Autoimagen en baja estima: Al verte en el espejo (figurativo) ves a una persona
fracasada, cansada, sin nada que dar al mundo y con poca posibilidad de éxito,
reaccionas a esta autoimagen cohibiéndote, escondiéndote o sobreexponiéndote.
3.
Hipersensibilidad: Todas las personas en algún momento son objeto de crítica,
pero en tu caso estas te afectan más de lo normal o eso te dicen tus allegados.
Tener poco o nulo control ante las críticas es un claro síntoma de por qué le
temes al éxito, ya que con este estarás expuesto a cuestionamientos, críticas y
quizás malas lenguas.
4.
Baja autoestima: La baja autoestima es un veneno que te impedirá contemplar tus
logros, pero así como los demás problemas es altamente superable y esto solo
depende de ti.
Estos factores
pueden surgir por eventos pasados, malas experiencias, entorno general o por
condicionamiento.
Supéralo ¡ya!
- Es un error pensar que personas con las anteriores
características no pueden ser exitosas ¿por qué no? Todos obtenemos logros
grandes o pequeños en algún momento de la vida y algunos son inesperados.
Supéralo de una vez tu miedo y dile no a las voces internas que te empujan
al fracaso.
- Haz una matriz de fortalezas y debilidades. El primero paso para
superar cualquier problemas interno es exteriorizarlo, conocerlo y
confrontarlo, una forma de hacerlo es elaborando una matriz de fortalezas,
debilidades, amenazas y oportunidades (Foda) sobre ti mismo. Durante este
ejercicio verás claramente tus ángeles y tus demonios y te dará seguridad
a la hora de presentarte.
- Reconoce tus pequeños logros. Ningún logro es pequeño, haz un
ejercicio de memoria y anota en una hoja todos los logros que recuerdes.
Ejemplo: sacar una buena nota, aprender algo nuevo y obtener un trabajo.
- Olvídate de los demás. La opinión de los demás es su problema no
tuyo, sigue con tus proyectos y decisiones sin tener en cuenta el qué
dirán, este te ayudará a superar tu hipersensibilidad. Si no son críticas
constructivas, no las tomes en cuenta.
- Aprende a quererte. Resalta en voz alta todos los días las
características que te gusten de ti mismo, no importa si es 1, 2 o 3
¡hazlo!
Por último
insiste. Los problemas de autoestima y autoimagen no se superan de un día para
otro, debes ser paciente y trabajar todos los días en ti, insiste hasta
lograrlo.
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