Dejar la vida Godínez es posible, pero debes comprometerte contigo mismo, organizar tus tiempos, pero sobre todo, arriesgarte.
Dar el paso de oficinista a emprendedor es probablemente el más difícil, sobre todo porque dejas un estilo de vida arraigado y conocido, por adoptar otro que puede ser desconocido.
La historia de cada emprendedor es diferente y muchos buscan consejos de quienes han dado ese salto y pueden vivir de ello. Es por eso que busqué a Shelly Moses, emprendedora que, con su agencia La Puerta, busca llevar las relaciones públicas a quienes necesiten sus servicios para promoverse sin complicarse con asesores que cobran más de lo que ofrecen.
Sin embargo, su camino no es producto de la improvisación. Tuvo que establecerse reglas y procedimientos para que esta transición fuera lo más limpia posible. Por ello, te comparto estos consejos de esta emprendedora de marketing:
1. El primer paso: el primer cliente
Para Shelly, quien se había especializado en el mundo editorial, el emprendimiento vino cuando un autor pidió sus servicios para promover sus publicaciones. “Al principio me dio muchísimo miedo, pero después vi que tenía las herramientas para hacerlo. Me di cuenta que esto era ser emprendedor, te empiezan a recomendar y comienzas a crecer. Creo que tu trabajo habla por ti”.
2. Diversifícate
Los servicios que da La Puerta, ahora con un equipo más amplio, incluye redes sociales, comunicación y mercadotecnia digital. Shelly se diversificó y buscó atender empresas de otros sectores como el energético, cultural y seguros.
“El reto es aprender a involucrarme en esos temas. Es otro mundo totalmente diferente. Aprender es el reto más grande que he tenido”.
3. Organiza tus finanzas
Uno de los temas más delicados para emprendedores tiene que ver con el uso del dinero, ya que de esto depende que se sustente la empresa. “En realidad es como administrar tu casa. Tienes gastos fijos que representan el 30 por ciento y de todos los gastos variables considerar una parte para inversión y emergencias”, comenta Shelly.
Como parte de esta forma de organizarse, también procura tener reflejado en las facturas todo lo que ingresa y se gasta, a fin de tener un orden para el momento de presentar declaraciones de impuestos. Se ha apoyado de herramientas financieras como fondos de inversión que ofrecen planes atractivos para hacer trabajar el dinero.
4. Desarrolla una visión de ventas
Conocer bien tu servicio, la dinámica y los beneficios es crucial, pues también estos pueden ayudarte a crecer. Por ello, el equipo de agencia La Puerta busca comunicar los beneficios de las herramientas de marketing a fin de que puedan percibir, dar seguimiento y contrastar con resultados.
“Creo que el reto más grande es transmitir que la comunicación, las relaciones públicas y el marketing te ayudan a cumplir objetivos de venta”, platica Shelly.
5. Rodéate de gente talentosa
Para Shelly, todas las relaciones son buenas y se deben de mantener, comunicar todo y mantener una red de emprendedores que te puedan apoyar, además de contar con personas preparadas en su equipo de trabajo.
“¿Quién mejor para apoyarte que un emprendedor? Ya estamos muy lejos de aquellas compañías que te cobran millones y millones por llevarte redes sociales o hacer tu página web. Es gente súper talentosa que hace bien su trabajo y te lo da a precio justo, así que, ¿por qué no mejor apoyarnos entre todos?”, asegura Shelly.
El contar con un equipo que te apoye en la ejecución ayuda a enfocarte en hacer crecer la empresa, aumentar la cartera de clientes, utilizar mejor tus energías con una visión estratégica, tener tus ideas en orden e incluso para tener tiempo libre. “De nada te sirve tener muchos cliente si los vas a mantener mal y los vas a perder en unos meses” comenta.
6. Cuidar a tus clientes
Cumplir con lo que dices es la mejor forma de mantener la confianza del cliente. “Si le dices que vas a enviar algo a las 10 de la mañana, a esa hora se lo estás mandando. La formalidad a veces se pierde un poco en cosas intangibles como marketing, pero el cumplir es lo que más aprecia el cliente. No te quedas en excusas, no te quedas en ‘veremos’”, dice Shelly.
El dar un extra a lo que pide el cliente y siempre ser proactivo también es una forma de cuidar y velar por los clientes. “Si ves que algo va a mejorar para su marca o empresa, puede ser con un artículo o un curso, mándaselo. Siempre estar presente, no solamente cuando te van a pagar”, sugiere la emprendedora.
7. Apóyate en la tecnología
Antes tenías que estar presente físicamente para cosas tan sencillas como juntas, conferencias o entrevistas, o perder tiempo en enviar paquetes. Shelly usa las herramientas tecnológicas a su favor, desde video entrevistas vía Skype hasta la operación del día a día.
“Uso todas las aplicaciones habidas y por haber. No necesito contratar a un mensajero porque está la aplicación de iVoy. ¿Necesitas algo rápido? Ahí está Uber, Uber Eats, Rappi, no solamente para comer, sino si necesitas algo de la papelería, te lo traen. Incluso WhatsApp, ya todo es por ahí”, platica la fundadora de La Puerta.
8. Valora y aprovecha tu tiempo
Ya cuando tus tiempos dependen de ti, tienes que sacarle todo el provecho al tiempo y no perderlo. “Empezar el día muy temprano es el mejor consejo que le puedes dar a una persona”, asegura Shelly.
Organizar bien tus pendientes semanales, esto te permitirá ver qué cosas requerirán más tiempo y a cuáles dedicarles horarios especiales. También ponerse un ritmo de trabajo propio, desde el horario de trabajo hasta la hora de comer.
“Como tú llevas tu tiempo es fácil decir ‘llego a la oficina a las 10’ pero si llegas a esa hora, ¿a qué hora vas a terminar el día? También debes tener tu vida” afirma la emprendedora.
En el caso de las juntas, Shelly recomienda ponerlas muy temprano, para procurar que rinda el resto del día, o muy tarde, cerca de la hora de salida, para no restar tiempo a la operación.
Ser honesto con el tiempo asignado ayuda mucho. Tener un espacio de trabajo como un coworking ayuda a separar la vida personal de la laboral, ya que si uno se lleva el trabajo a casa, es más difícil terminarlo.
9. El esfuerzo vale la pena
A pesar de todo el tiempo invertido, de la incertidumbre del principio, Shelly pudo aprender de su experiencia en otras empresas para generar valor a sus clientes a través de su propia startup, cosechar logros y hacer una diferencia a través de lo que mejor sabe hacer.
“Creo que da mucho miedo al principio pero no hay nada como tener tus cosas, hacer lo que te gusta y no digo que una empresa no te lo dé, yo fui muy feliz en las empresas en las que trabajé, pero sobre todo este sentimiento de que, aparte de que generas empleo, te autoempleas, tener la libertad de estrategias, de presupuestos, de saber cómo estás haciendo las cosas”, recomienda ella.
Atrévete a dar ese gran paso, al principio es difícil pero en el camino encontrarás nuevas oportunidades, retos y aprendizajes. ¿Qué emprendedor no busca eso?
Armando Ruiz
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